martes, 20 de noviembre de 2018

TEXTO PARA RESUMIR


EL PAIS DE LAS MULETAS
En un lejano país, un rey salió a combatir al frente de sus soldados y, en el fragor de la pelea, le hirieron gravemente en uno de sus muslos, se le gangrenaron las heridas y, para salvarle la vida, tuvieron que cortarle la pierna.
Regresó a su reino y, para poder caminar, fue necesario que se ayudara en unas muletas. Para solidarizarse con su rey, su Primer Ministro comenzó a caminar él también apoyado en unas muletas a pesar de tener sus dos piernas en perfectas condiciones. Pronto, comenzaron a imitarles los muchos arribistas y jaladores que nunca faltan, y a los pocos días, casi toda la población de aquel país andaba con muletas.
Con el tiempo las muletas pasaron a ser símbolo de distinción y jerarquía: Los ricos las hacían con las maderas más finas y les incrustaban joyas y piedras preciosas, los comerciantes se apresuraron a montar varias fábricas de muletas y a vocear sus ventajas funcionales, comenzaron a ser despreciados y tenidos por bárbaros los que todavía caminaban sin muletas, y muy pronto en las escuelas se empezó a dar clases de cómo caminar con muletas, barnizarlas y cuidarlas. Todos llegaron a convencerse de que era mucho mejor caminar con muletas que sin ellas y el Consejo de Ministros logró convencer al rey de que emitiera un decreto real prohibiendo caminar sin muletas y exigiendo que todo niño, desde su nacimiento, fuera adiestrado a caminar con sus muletas.
Fue pasando el tiempo y en aquel país ya nadie sabía que era posible caminar sin sus muletas...
Al cabo de muchos años, un joven inconforme empezó a decir que las muletas eran un estorbo y que era posible e incluso preferible caminar sin ellas. Nadie le dio mucha importancia a sus ideas por considerarlas locuras de joven, se rieron de él, y esperaron que el tiempo le devolvería la sensatez.
Pero el joven seguía insistiendo en su descabellada idea. Parecía que no podía quitársela de la cabeza y se soñaba corriendo sin muletas por el monte, trepándose a los árboles, escalando montañas...
En vano trataron sus padres de hacerle entrar en razón: -Ya no eres ningún niño para seguir con esas locuras –le dijo un día con verdadera ira su padre-. Te prohíbo que vuelvas a mencionar el tema. Tu conducta nos está trayendo muchos problemas. Todo el mundo comienza a mirarnos feo y se la pasan murmurando de tu proceder y de nuestra debilidad que te permitimos seguir con tus locuras. De ahora en adelante, si quieres seguir viviendo en esta casa, tienes completamente prohibido hablar de eso.
De nada sirvieron amenazas y castigos. El joven no iba a abandonar una idea que se había adueñado por entero de su vida, y le sembraba chispas de ilusión en los ojos y le ponía a galopar afiebradamente el corazón. Cuando corrieron rumores de que el joven había sido sorprendido practicando a escondidas el caminar sin muletas, comenzaron a preocuparse seriamente las autoridades de aquel país y, como último recurso, enviaron al sacerdote del lugar a que lo convenciera por las buenas. Si no lo lograba, tendrían que proceder de un modo mucho más severo.
No iban a permitir que las locuras de un joven sembraran las semillas de la desintegración y la discordia.
-¿Cómo puedes ir en contra de nuestras tradiciones y nuestras leyes? –Le dijo el sacerdote-. Durante años y años, todos hemos andado perfectamente con la ayuda de las muletas. Con ellas, te sientes más seguro, y tienes que hacer menos esfuerzo con las piernas. Las muletas son un gran invento, símbolo de la civilización y de la ciencia. Dios nos dio la inteligencia para que la usáramos; ir contra las muletas es ir contra Dios. Sólo los animales, que son seres inferiores, pueden caminar sin ellas. ¿Acaso pretendes que los imitemos y tiremos por la borda tantos años de avances y progreso? ¿Cómo vas a despreciar nuestras bibliotecas donde se concreta todo el saber de nuestros antepasados sobre la construcción, uso y mantenimiento de las muletas? ¿Cómo vas a irrespetar nuestros símbolos patrios que llevan en el escudo y la bandera una muleta? ¿Qué sentido tendrán nuestras oraciones en las que todos los días agradecemos a Dios el habernos dado la sabiduría para perfeccionar cada vez más la utilización de las muletas? ¿Acaso vamos a ignorar a nuestros próceres, nuestros sabios y nuestros santos que levantaron su gloria, sabiduría y santidad bien afincados sobre sus muletas?
Fracasó también el sacerdote y, para impedir la propagación de ideas tan perniciosas, encarcelaron al joven. Allí fue practicando con avidez su propuesta de prescindir de las muletas. Sus piernas débiles se fueron fortaleciendo y cada día su caminar era más seguro y firme.
Decidieron desterrarlo del país. Lo sacaron de la cárcel y ante los ojos impávidos de todos, el joven arrojó sus muletas al aire y comenzó a correr gritando de alegría, al encuentro de sí mismo, de su libertad.

martes, 13 de noviembre de 2018

RESUMEN DE ROMEO Y JULIETA

Shakespeare nació el 26 de abril de 1564 y murió el 23 de abril de 1616.

Romeo y Julieta es una historia de amor entre dos jóvenes de 16 años. Son de familias enemigas en la ciudad de Verona.
Pertenecen a las familias de los Capuletos y los Montescos, que son las más poderosas de la ciudad pero están enfrentadas entre sí. Julieta celebra la fiesta de sus 16 años de edad y en ella conoce a Romeo. Se enamoran a primera vista. En ese momento no saben que sus familias son totalmente opuestas.
Se casan en secreto al día siguiente de conocerse en un alarde de completo romanticismo y pasión. Les une un sacerdote en una ceremonia religiosa.
Tras la boda secreta mantienen su vida separada. Mercutio, amigo de Romeo, se encuentra con Tebaldo, primo de Julieta que está furioso por la presencia de Romeo en la fiesta de máscaras celebrada en casa de los Capuletos la noche anterior.
Romeo rehusa batirse con Tebaldo. Mercucio se indigna por esta sumisión y saca la espada. Romeo trata de separar a los contendientes y en ese momento Tebaldo mata a Mercucio. Romeo lucha, mata a Tebaldo y huye.
El príncipe de Verona condena a Romeo al destierro. La noticia causa la desesperación de Romeo y de Julieta. Romeo parte hacia Mantua.
El padre de Julieta ignora que Julieta se ha casado con Romeo y concierta la boda de su hija con Paris, un matrimonio del que ya se había hablado antes de que Julieta conociese a Romeo. La boda se fija para dos días después.
El sacerdote busca un truco para volver a reunir a los esposos. Aconseja a Julieta que finja ante sus padres que acepta el matrimonio y le da un narcótico que la hará permanecer muerta durante dos días. Su familia llevará el cuerpo al cementerio y el sacerdote avisará a Romeo que la sacará del sepulcro. Julieta acepta el plan, toma el narcótico y es hallada muerta, por lo que en lugar de la boda se celebra un entierro.
La carta que había sido enviada a Romeo por el sacerdote no llega, Romeo recibe la noticia de la muerte de Julieta. Desesperado compra un veneno y se dirige a Verona con la intención de tomar el veneno junto a la tumba de Julieta. Cuando llega a la tumba se encuentra con Paris, lucha y lo mata. Romeo besa a Julieta, se toma el veneno y cae muerto. Julieta al ver a Romeo muerto toma también veneno y muere.