NO ES POSIBLE COMPLACER A TODOS
Un
hombre decidió ir al mercado con su hijo de doce años. Se montaron los dos en
su mula y emprendieron la marcha. Al rato, las personas que se encontraron en
el camino, empezaron a murmurar y a decir: -¡Qué abusadores! No tienen la menor
consideración con el pobre animal. Lo van a reventar de cansancio. ¡Cómo se les
ocurre ir ambos montados en la mula!
Al
oír estas críticas, el padre decidió proseguir el viaje a pie y se bajó de la
mula. Pronto, sin embargo, escucharon las nuevas críticas de los que topaban en
su marcha: -Los jóvenes de hoy han perdido todo respeto y educación. ¡Habráse
visto: ese muchacho en la flor de la vida montado en la mula y el pobre padre
caminando!
El
muchacho se bajó de la mula y el padre se montó en ella para de este modo continuar
el camino. Una vez más, enseguida pudieron escuchar las murmuraciones: -¡Qué
hombre tan desconsiderado!: Bien tranquilazo en la mula y el pobre muchacho a
pie. Mira que hay hombres desalmados.... Consideran y tratan a sus propios
hijos como esclavos.
Entonces el padre le
dijo a su hijo: -Sólo nos falta que ambos carguemos a la mula y estoy seguro
que también se burlarían de nosotros. Montemos los dos en la bestia, es lo que pienso más conveniente, y que los
demás digan y piensen lo que quieran.
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